PRINCESA DE CENIZA

Tú tan cenicienta tan princesa viniste un día a mi baile no paraste de bailar me pisaste te bebiste todo mi champán son las doce tengo prisa me dijiste tengo prisa me tengo que marchar corriste dejaste en las escaleras tu zapato de cristal no te importa te sobran tacones haces demasiado ruido al andar pero ya no se te oye no sé dónde estás Cenicienta estarás parada a las doce tu reloj no sabe contar más todos los bailes a medias muchos zapatos en muchas escaleras ay Cenicienta ay princesa ten cuidado se te hará tarde un día la vida una calabaza la música su carcajada macabra tu rímel ceniza un río gris surcará tu cara la soledad tu príncipe su mano tendida para invitarte a bailar un vals glacial

Esta entrada fue publicada en COTIDIANEIDAD, Sin categoría. Guarda el enlace permanente.

Deja un comentario